FBI ofrece 50 mil dólares por rescate de estadounidenses secuestrados
MATAMOROS, Tamps., marzo 6 (EL UNIVERSAL).- Cuatro estadounidenses fueron secuestrados y agredidos por un comando armado durante la balacera que se vivió el 3 marzo en Matamoros, por lo que el Buró Federal de Investigaciones (FBI), trabaja para localizarlos y ofreció una recompensa de 50 mil dólares.
Por medio de un comunicado, el FBI destacó que los ciudadanos americanos, fueron atacados por hombres armados.
"Los cuatro estadounidenses fueron colocados en un vehículo y sacados del lugar por hombres armados", afirma el comunicado.
Los ciudadanos estadounidenses conducían una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte, según el FBI.
El FBI pidió ayuda de los ciudadanos para localizar a los estadounidenses e identificar a los responsables del secuestro.
Para ello, anunció una recompensa de 50 mil dólares por la devolución de las víctimas y la detención de los implicados.
El FBI declaró que está cooperando con otros socios federales y con las fuerzas del orden mexicanas para investigar el secuestro.
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Las autoridades mexicanas buscan a ciudadanos cuatro estadounidenses informaron por el FBI como secuestrados en la ciudad fronteriza de Matamoros —la esquina más oriental de la frontera entre ambos países— después de que hombres armados abrieron fuego contra el vehículo en el que viajaban.
Los cuatro estadounidenses habían llegado a Matamoros desde Brownsville, Texas, el viernes, un día en que se registraron fuertes enfrentamientos en la localidad mexicana con un número indeterminado de muertos que hicieron que las autoridades pidieran a la ciudadanía estabilizada en sus casas.
La ciudad, en el violento estado de Tamaulipas, es escenario de una guerra territorial entre facciones del Cártel del Golfo, una organización que tiene su feudo en esa zona.
La alerta fue lanzada el domingo por la oficina de San Antonio del FBI y el lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel Lopez, señaló que distintas órdenes del gobierno estatal y federal trabajaron en la búsqueda de esas personas que, según explicadas, cruzaron a México a comprar medicamentos y quedaron en medio de una confrontación entre grupos armados.
Según las primeras informaciones aportadas por el FBI, los estadounidenses viajaron en una minivan blanca con matrícula de Carolina del Norte y poco después de cruzar a México hombres armados no identificados les dispararon.
“Los hombres armados introdujeron a los cuatro ciudadanos estadounidenses a otro vehículo y huyeron de la escena con ellos”, destacaron esa oficina en un comunicado en el que también ofrecieron una recompensa de 50.000 dólares por el regreso de las víctimas y el arresto de los responsables .
El embajador estadounidense Ken Salazar excluyó el lunes que sus conciudadanos fueron secuestrados “a punta de pistola… en un incidente en el que murió trágicamente un ciudadano mexicano inocente”.
La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas dijo el viernes que hubo “dos incidentes armados entre personas civiles no identificados, lamentando pérdidas de vidas humanas y lesionados” —sin aclarar números— y pidieron a la población que se resguardara en sus casas. El consulado de Estados Unidos se unió a esta advertencia.
El lunes por la tarde, el fiscal del Estado, Irving Barrios, concedió en conferencia de prensa la muerte de una mujer mexicana y dijo que uno de los vehículos involucrados en la violenta jornada del viernes tenía placas de Carolina del Norte.
Barrios no especificó cómo se dieron los hechos ni se refirió a si alguien pidió rescate por tales personas, pero señaló que se ha conformado un grupo de investigación e inteligencia para buscar a los estadounidenses y que ya se analizó tanto las cámaras del lugar como las evidencias balisticas y de huellas en los vehiculos.
No descartó que pudiera haber más víctimas.
En las redes sociales se publicaron el viernes videos que mostraban la situación en la ciudad y en uno de ellos podían ver cómo hombres armados arrastraban cuerpos hasta una camioneta en pleno día y rodeados de vehículos.
Fotografías vistas por AP de ese momento muestran un monovolumen blanco con la ventanilla del lado del conductor con disparos y todas las puertas abiertas en un lado de la calle impactado contra un vehículo rojo.
El cumplimiento fiscal que uno de esos vehículos era el de placa estadounidense.
Una mujer que fue testigo de la escena desde dentro de su coche dijo que vio cómo un vehículo blanco se impactó contra otro en un semáforo. Luego se oyó detonaciones, una camioneta avanzó hasta el lugar por la banqueta y de ella se bajaron hombres armados.
“En segundos estaban frente a nosotros”, explicó a The Associated Press en una conversación telefónica en la que pidió el anonimato por miedo a represalias. “Yo entré en shock, nadie pitaba, nadie se movía, todos debíamos estar pensando 'si nos movemos nos van a ver o pueden disparar´’”.
Según el testigo, los armados subieron a una mujer que iba caminando a una camioneta pick-up, a otro “lo cargan entre dos y mueve la cabeza ya otros dos los arrastran por el pavimento no sabemos si vivos o muertos”.
El video divulgado en redes coincide con esta descripción.
El testigo agregó que a unos diez metros quedó el cuerpo de una mujer con un impacto de bala, según resultó cuando se acercó a ella para pedir ayuda cuando los armados se habían ido. Minutos después llegaron las ambulancias y las autoridades.
Tamaulipas registra desde hace décadas una fuerte ola de violencia vinculada con el crimen organizado, tiene miles de personas desaparecidas y es habitual que grupos rivales se lleven a las víctimas tras los enfrentamientos para ocultarlas.
El Departamento de Estado mantiene alerta desde hace años una máxima para que los estadounidenses no viajen a la zona pero es habitual que habitantes de las poblaciones fronterizas crucen a México para hacer compras, ir a consultas médicas -que son más baratas- o visitar a familiares .
Los dos cárteles principales de la región son el del Golfo, que tiene su feudo en Matamoros, y una escisión de los antiguos Zetas en Nuevo Laredo, 330 kilómetros más al oeste. Pero además hay muchas células de cada uno de estos grupos que luchan entre sí.
El último fin de semana de febrero cinco jóvenes fueron abatidos por el ejército en Nuevo Laredo, en un suceso todavía sin aclarar que organizaciones de derechos humanos consideraron un uso excesivo de la fuerza. La fiscalía federal investiga el hecho.