Los bombardeos rusos apuntan contra puntos sensibles de la red eléctrica ucraniana y destruyen lo que los ingenieros ucranianos tratan de reparar. La situación podría obligar a una nueva tanda de ucranianos a abandonar el país.
Lo que Rusia no puede ganar en el campo de batalla, lo trata de ganar con oscuridad y frío cuando comienza un largo invierno.
El resultado es una dura batalla de desgaste: bombardeos de misiles rusos en Ucrania mientras los ingenieros eléctricos trabajan durante días a temperaturas bajo cero para restaurar la energía.
Este lunes se produjo la mayor oleada de ataques con misiles desde el 23 de noviembre pasado. El generador de energía estatal de Ucrania, Ukrenergo, informó que alrededor del 40% del suministro eléctrico estuvo desconectado en algún momento de octubre.
Se conoce como déficit de electricidad, y oscila de un lado a otro dependiendo de los impactos de los misiles.
Kyrylo Tymoshenko, subjefe de gabinete del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo a CNN que “lo que el sistema energético ucraniano ha sufrido desde octubre no lo ha experimentado jamás ningún sistema energético en el mundo”.
El CEO de la generadora de energía estatal Ukrenergo, Volodymyr Kudrytskyi, dice que el problema no es generar energía sino hacerla llegar a la gente.
“El enemigo impacta las instalaciones más importantes y los elementos clave de las subestaciones que aseguran la salida… y la transmisión de electricidad”, dijo Kudrytskyi a CNN.
Los rusos buscan golpear las partes más vulnerables del sistema. “Por la naturaleza de los ataques, vemos que los misiles rusos son dirigidos por ingenieros energéticos rusos”, dice Tymoshenko.
Eso se debe en parte a que, hasta este año, Ucrania estaba en la misma red energética que Rusia y Belarús, por lo que los ingenieros rusos conocían la red ucraniana como la palma de su mano.
Los principales objetivos son las líneas eléctricas de alta tensión, las subestaciones y las redes de distribución.
Joseph Majkut, director del Programa de Seguridad Energética y Cambio Climático del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dice que “los ataques de Rusia se han centrado en elementos clave de la red de Ucrania, impidiendo que la electricidad generada se mueva a través de la red y hacia los consumidores… y forzando a apagones".
“Los ataques contra las subestaciones de alto voltaje fueron particularmente dañinos, ya que éstas son fundamentales para el funcionamiento de la red y difíciles de reparar”.
Ucrania recorre el mundo para encontrar piezas compatibles y realizar reparaciones, ya que la moral de la gente común se ve puesta a prueba por los cortes de energía que a menudo duran más de 12 horas. Los apagones prolongados amenazan con enviar a otra ola de civiles ucranianos a Polonia y otros países vecinos.
Hay un rayo de esperanza: las defensas aéreas de Ucrania mejoran en el combate contra los misiles de balísticos rusos, gracias a los equipos occidentales recién llegados. Ucrania dijo que derribó unos 60 de los 70 misiles disparados el lunes; apareció un video de uno interceptado por un misil antiaéreo Gepard de fabricación alemana.
Pero apenas una docena de misiles rusos que impacten objetivos críticos pueden causar estragos. Se han eliminado 15 gigavatios de la capacidad de energía de Ucrania, en comparación con la capacidad de antes de la guerra de 56 gigavatios, según Ukrenergo.