En República Dominicana, a nombre de la pobreza, se hacen cientos de diabluras:
-Soy pobre, por eso instalo un ventorrillo en la acera.
-Soy pobre, por eso construyo una casucha donde sea.
-Soy pobre, por eso me muevo en una chatarra sin luz.
-Soy pobre, por eso defeco y orino donde sea.
-Soy pobre, por eso dejo a los niños solos en la casa.
-Soy pobre, por eso cargo un tanque de gas en mi moto.
-Soy pobre, por eso monto a 6 niños en mi moto.
-Soy pobre, por eso compro ron del que envenena.
-Soy pobre, por eso tumbo árboles y seco arroyos.
-Soy pobre, por eso no mantengo a mis hijos.
-Soy pobre, por eso tiro basura en cualquier lado.
-Soy pobre, por eso no respeto a los demás.
-Soy pobre, por eso soy un policía corrupto.
-Soy pobre, por eso soy impuntual y charlatán.
-Soy pobre, por eso instalo un punto de droga.
-Soy pobre, por eso no respeto lo ajeno y robo.
No se vale, la pobreza no debe ser excusa 'la vida loca sin pudor' ni para romper todas las reglas de la convivencia y vivir como silvestres. Millones, con todo tipo de carencia, son personas dignas, correctas, serviciales y los mejores ciudadanos y vecinos.